lunes, 2 de diciembre de 2013

Zunino, la mano derecha de Fontevecchia en la cloaca “Noticias”, no logra vender su libro y patina en el “barro”. Mal que le pese a “Edi”, Diego Gvirtz, Horacio Verbitsky y Víctor Hugo Morales siguen gozando, felizmente, de su merecido prestigio y buena salud.

Desde su publicación en octubre pasado, el libro de Edi Zunino “Periodistas en el barro” ha sido largamente comentado y celebrado por la prensa opositora. Al parecer el flaco resultado de mercado dictó la urgente necesidad de un relanzamiento publicitario y las páginas de La Naciónse abrieron generosas para que el jefe de redacción de la revista “Noticias” fingiera protagonizar una “entrevista”.
No dice mucho Zunino acerca del libelo publicado con su firma (quizás para no vaciarlo de “intriga“) pero sí confiesa su punto de vista acerca del papel de los medios de comunicación en la actualidad y ataca al pasar a sus “enemigos” (el lenguaje bélico viene de la entrevista) a los que “tritura” sin piedad: Diego Gvirtz, Horacio Verbitsky y Víctor Hugo Morales.
Es llamativo que, luego de la paliza argumental (y ética) que en una charla cara a cara le propinara Víctor Hugo Morales al recriminarle de manera detallada la acumulación de 24 mentiras en una sola nota de tapa -una escena memorable que difundió TVR-, Zunino insista en atacarlo. Tal vez esté buscando alguna forma de revancha aunque, bueno es decirlo, de aquel ridículo no volverá. O acaso busque otra paliza. Nunca se sabe.
Recordemos este apunte de Víctor Hugo:
“El ‘Edy’ se sentía molesto y denunciaba que lo habían puesto en la parrilla. Se sintió poco menos que despellejado. Patético.
Un hombre que desde la revista que integra, sentado a la diestra de su diosito Fontevecchia, ha integrado un grupo periodístico que ha jugado con el honor de cuanta persona les pareció buena para vender revistas; que aun no dejan de rogarle a Magnetto que los perdone por denunciar el cáncer del que felizmente se curó (ojo, es bueno que viva, ojalá mil años, porque es más visible lo que representa); un hombre como Zunino que no dudó en lanzarse a la aventura de una nota plagada de mentiras para destruir mi credibilidad. Un personaje como Zunino que en el número siguiente, en vez de disculparse tras la charla (que no entiendo por que gracia de Dios aceptó), sigue mintiendo. Ese francotirador que acecha el honor de la gente, se sintió ‘tocado’, ‘expuesto’, ‘puesto a la parrilla’. Pobre tipo”.
Es decir, el único interés que nos provoca esta entrevista al redactor de “La verdad detrás del perro” (nota de tapa del número pasado de “Noticias”, comentada aquí mismo) no es saber algo de su libro sino acceder al testimonio en primera persona de uno de los más obvios exponentes de la degradación del periodismo en nuestro país. Así, aquí, en este simulacro de requisitoria, hablando con un amigo, tan solo preocupado por la promoción de su libro, “Edi” nos regala algunas definiciones interesantes.
Veamos:
Este es un gobierno que ejerce el poder con la lógica de los medios, ante un periodismo que reacciona con la lógica de la política. Es decir, que se embandera con el oficialismo y la oposición. Y el del oficialismo y la oposición es, en realidad, un territorio ajeno al del periodismo y la información.”
Una mistificación obvia la que propone “Edi”. El Gobierno “es” - por definición- el oficialismo. Las empresas periodísticas se “posicionan” a favor o en contra, siempre bajo la bandera “lucrar e influir”. La historia del patrón de Zunino, Fontevecchia, sus vaivenes entre dictadura y democracia, ilustran ejemplarmente la historia del periodismo acomodaticio, oportunista, servil. 
Y sigue Zunino:
“Los Kirchner tomaron como propia la lógica de los medios, y es desde ahí donde hacen política. Incluso su lógica binaria, la del bien y el mal, tiene mucho que ver con la inmediatez de la televisión, donde el vértigo propio de ese medio de comunicación nos conmina a pronunciarnos por sí o por no. No hay tiempo para demasiado más, ni lugar para los grises, que espantan audiencia... y los Kirchner han sido grandes constructores de audiencia.”
Curioso. Siempre se supo que “los Kirchner” hicieron política desde el peronismo; es decir, desde un partido político. Lo que debiera explicar Zunino es por qué el kirchnerismo lo indigna tanto y eligió hacer política opositora bajo la supuesta “neutralidad” del periodismo. Más aún: por qué cuestiona la lógica binaria amigo/enemigo si es, precisamente, la lógica favorita de “Noticias” y de la prensa opositora, que siempre ofrece un dictamen negativo ante toda medida del gobierno K. 
Pero, más claro. “Edy” pretende reducir a los ciudadanos al papel de “audiencias” y explicar la política por la “lógica” de la televisión y su vértigo, cuando -y aquí el periodista cae en el “barro”- el kirchnerismo se ha validado con votos y no con mediciones de rating.
Para el final, una pregunta “picante”:
“-¿Cuáles son los puntos de contacto en la política de medios del menemismo y el kirchnerismo?
-En cuanto a su relación con los medios de comunicación, el kirchnerismo se planteó lo mismo que el menemismo, aunque los Kirchner fueron mucho más efectivos. Los Kirchner generaron un kirchnerismo cultural desde el discurso, mientras que el menemismo cultural se basaba en la economía. Menem se apoyó, en este sentido, en el dólar, a diferencia de los Kirchner, que se apoyaron en los medios.”
En fin, en su media lengua, en su precariedad cultural, Zunino pretende trazar una equiparación que deshistoriza. Es más que obvio que Néstor Kirchner en 2003 decidió afrontar la reconstrucción de un país destruido en el marco de un conflicto frontal con los voceros y representantes del neoliberalismo. Tal vez Zunino prefiera no recordar el comportamiento de los medios hegemónicos en los albores de los años 90 y su obscena celebración de la conversión del presidente Carlos Menem -el de las patillas, el salariazo y la revolución productiva- a las directivas del Consenso de Washington. O en realidad, Zunino se acuerda perfectamente de estas diferencias y -aunque patético y despellejado- pretenda tomarnos por boludos.

2 comentarios:

Daniel dijo...

Finalmente son unos tristes pelotudos estos tipos. Toda la mierda que tiran se diluye en el curso de la historia. No queda nada.

A.C.Sanín dijo...

Daniel: En el curso de la historia no queda nada, es muy cierto. Pero bien sabemos que estos te pudren el día a día. Este muñeco es otro arrepentido que se abrazó a la cloaca comunicacional y, pese a todo, hace crítica de periodistas. ¡Y después se quejan de "678"!